Vestido Burbuja de Oxígeno para glamurosa mujer geek que se protege de la contaminación atmosférica
Fuente: gruponeva
La contaminación atmosférica, estimado cibernauta, es la presencia en la atmósfera de sustancias en una cantidad que implica molestias o riesgo para la salud de las personas y de los demás seres vivos, bienes de cualquier naturaleza, así como que pueden atacar a distintos materiales, reducir la visibilidad o producir olores desagradables. La contaminación atmosférica se relaciona con el asma, enfermedades del corazón, apendicitis, o incluso el suicidio. Pero una estudiante de la Universidad de Nueva York, Hana Marie Newman, ha encontrado una solución para protegerte de los ambientes tóxicos. Una solución algo rocambolesca, todo hay que decirlo, ya que se trata de un Vestido de Oxígeno, pero que ha seducido a las mujeres geeks que además les encanta desprender un cierto aire de glamur...
Dice Hana Marie que su vestido burbuja de oxígeno, al que ha llamado "8", ha sido diseñado para poderlo llevar en las grandes ciudades que se distinguen sobre todo por sus altos niveles de contaminación (los principales mecanismos de contaminación atmosférica son los procesos industriales que implican combustión, tanto en industrias como en automóviles y calefacciones residenciales, que generan dióxido y monóxido de carbono, óxidos de nitrógeno y azufre, entre otros contaminantes.) El vestido lleva incorporado un sistema de purificación de aire y un tanque de oxígeno que garantiza respirar aire puro en todo momento y en todo lugar. Es más, dice la joven diseñadora que también es una llamada de atención para luchar contra los efectos de los gases de la atmósfera en el clima.
Sostiene Hana Marie que los niveles altos de contaminación atmosférica según el Índice de Calidad del Aire de la Agencia de Protección Ambiental de los Estados Unidos (EPA, por sus siglas en inglés) perjudican directamente a personas que padecen asma y otros tipos de enfermedad pulmonar o cardíaca. La calidad general del aire ha mejorado en los últimos 20 años pero las zonas urbanas son aún motivo de preocupación. Los ancianos y los niños son especialmente vulnerables a los efectos de la contaminación del aire.