Las reglas de cortesía evidentemente se fueron deformando con el tiempo, y lo que había nacido como un signo de respeto, hoy en día es una falsa manera de evitar conflicto que puede perfectamente no surgir, si se afronta en vez de recurrir a las evasivas cordiales.
Fuente: pilchero
La comunicación actual se reduce a un intercambio de frases armadas predeterminadas, a las cuales les corresponden las respuestas indicadas. En el caso de evitar el uso de alguna de éstas, se procede a entrar en pánico y preguntarse cuál será el problema que impide a la otra persona usar las frases preestablecidas. Esto conlleva a la robotización del ser humano. El único problema que traen las líneas de atención para hacer trámites es que las opciones que dan no son suficientes, por ende uno no puede resolver su problema. A veces la manera de solucionar este problema es tratar de dilucidar cuál número hay que introducir en el sistema para que lo comuniquen con un ser humano, usualmente esta opción tiene algo que ver con pagos… Sin embargo, si el humano resulta tener réplicas más automatizadas que la máquina, estamos en un callejón sin salida, y frente a la muerte de la comunicación.
El problema es que se confunde evitar conflicto con evitar contacto. A pesar de ser más cómodo, a veces incluso cobarde, no es más práctico. Estas situaciones donde uno es forzado a interactuar con personas obligatoriamente también conforman nuestros días, y proyectar que van a ser amargas necesariamente envenena internamente. Por ejemplo, ante los repetidos empujones de un extraño, usualmente se refunfuña, pero no se procede a declararle cordialmente al empujador “me está empujando, por favor cese”. ¿Es realmente más educado callar y exhalar fuerte, mientras se le clava la mirada con veneno supurando del ojo al agresor (expresando tácitamente el odio ferviente)? No solo sería mucho más CORDIAL y REAL comunicarle la molestia sufrida y solicitarle que AMABLEMENTE no moleste más, sino que ésta modalidad provee una encantadora SOLUCIÓN sin recurrir a la violencia. De más está decir que en el estado inicial de la interacción uno se aferra a toda referencia vil que se pueda necesitar en caso de no ser compensado satisfactoriamente. Dicho en criollo, si no coopera, no queda más remedio que insultarlo por ser un MAL EDUCADO, y si se tiene espíritu vengativo, se lo empuja de vuelta.
Evitando conflicto haciéndole frente en:
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