Las marcas de lujo se estancan en el mercado. El escaso crecimiento que experimenta esta industria sugiere el final del "luxury boom" que durante los tres últimos años ha protagonizado un rally de ventas, desafiando a la crisis económica mundial.
Fuente: cotizalia
Según declaran los analistas londinenses del Berenberg Bank enBloomberg, las firmas que más cerca están del precipicio son Prada, Louis Vuitton y Richemont. El debilitamiento de la economía global y todos los efectos de la crisis han influido seriamente en la demanda, que se está viendo más menguada que nunca en las prendas de vestir y en accesorios de joyería.
El imperio de lujo Louis Vuitton no ha tenido su mejor semana. Su cotización se tiñó de rojo el lunes y no se ha vuelto recuperar. Durante la semana cayó un total del 4,55%, aunque el viernes reacciónó gracias al optimismo generalizado en las bolsas. Sus acciones han ido perdiendo valor hasta situarse en los 126 euros desde los casi 133 que llegaron a valer el viernes anterior. El martes, Bank of America emitió una recomendación en la que rebajaba a la firma desde comprar a mantener.
Y eso no es todo. La marca se ha visto involucrada en una fuerte polémica que comenzó a principios de semana, cuando su dueño, Bernard Arnault -primera fortuna de Europa y cuarta mundial, estimada según Forbes en 41.000 millones de dólares- pidió la nacionalidad belga después de que el presidente del país galo, François Hollande, confirmara su intención deaumentar los impuestos de quienes cuentan con mayores ingresos hasta un 75%. Tras el escándalo -que incluyó una portada del diario 'Liberation' con el titular "Lárgate, rico capullo", el millonario confirmó que continuará siendo residente fiscal en Francia.
El otro chasco bursátil de la semana se lo ha llevado la inglesaBurberry. La compañía de bienes de lujo más grande del Reino Unido se desplomó casi un 21% el martes cuando anunció una revisión a la baja de los beneficios de su ejercicio actual. La firma inglesa admitió que se ha producido una fuerte desaceleración en sus ventas al por menor, de apenas un 6% durante las últimas diez semanas del segundo trimestre fiscal. El viernes, sus títulos cerraron en las 10,81 libras esterlinas en comparación con las 13,75 que cotizaban la semana anterior. A pesar de su recuperación el viernes, durante la semana cayó un 20,82%
Pero los analistas ven otro problema fundamental en la gestión de Burberry. El grupo ha eliminado de su catálogo los productos más accesibles y se ha centrado en la producción de bienes para clientes con mayor poder adquisitivo, ahora concentrados en el continente asiático. El precio de una gabardina clásica asciende a 1.000 libras.
La preocupación por el estancamiento de las ventas no se limita al Viejo Continente, sino que traspasa fronteras y los compradores más fiables en estos momentos -China, Corea y Oriente Próximo- se están volviendo reticentes a invertir y comprar en estas marcas por la incertidumbre económica.
El otro 'handicap' al que se enfrenta la industria es la competencia, también proveniente de Asia. El CEO de la consultora Prís Luxe, Okonkwo Uche, admite que "el continente asiático se está llevando toda la industria del lujo hoy en día, y no es nada fácil competir", y enfatiza en que "las marcas tienen que adaptarse porque" si no quieren perder sus nichos de mercado.
Según los datos de Bloomberg, el sector de lujo se repuso tras la caída de Lehman Brothers en 2008, y recuperó sus índices de ventas con una demanda récord de 4.100 millones de dólares.