Los usaron las mujeres de avanzada que después de la Primera Guerra Mundial se cortaron el pelo, aprendieron a manejar y frecuentaron clubes de jazz.
Fuente: El Pais, 1920s dress code
Los años veinte regresaron. Ralph Lauren, Hermes, Carolina Herrera, Gucci y Chloé tienen su versión del traje insignia de esa época. El vestido de las flapper. O el conjunto de mujeres que corrió a un lado el decoro de una generación para adueñarse de una nueva identidad femenina. Fueron, acaso, las precursoras de la chica moderna.
Es un momento histórico marcado por conflictos bélicos y la mujer logra emanciparse, puede trabajar y se libera, en definitiva, de la opresión del mundo machista. Ya no sueña únicamente con ser esposa y madre, también tiene la ilusión de convertirse en actriz. O ser bailarina.
Las mujeres de la década del veinte no querían tener el pelo largo como la Gibson Girl, la chica estadounidense de rasgos aristocráticos que llevaba corsé y representaba la belleza y el éxito social. Las flappers cortaron su pelo a lo bob -o bob-cut-, recto hasta la mandíbula, en un claro guiño a la igualdad de género.
La línea de la cintura bajó a la cadera y dio un giro representado por faldas cortas, vestidos ultra holgados y escotados, con flecos y brazos al descubierto. Se usaron labiales de colores estridentes, sombreros cloché y lazos para decorar la cabeza. También collares largos de perlas, guantes, anillos y zapatos de plataforma.
Portada del Saturday Evening Post , 4 de febrero de 1922, titulado Flapper porEllen BT Pyle
Billie Dove en la portada de The Flapper revista ("No es para viejos conservadores"), noviembre 1922
El vestido flapper de Gucci versionado por Topshop. La estética de los años 20 impuesta por la firma italiana llega al low cost.