Fotógrafo de moda y retratista, fijó el objetivo de su cámara en el cuerpo femenino a través de su genial manera de capturar la belleza y sensualidad que vio latentes en la conducta de las mujeres.

Helmut Newton (1920-2004) nació en Berlín, donde compró su primera cámara a los 12 años gracias a la ayuda de su padre, dueño de una fábrica de botones. En 1936, comenzó a tomar clases con la fotógrafa Yva –Else Simon- hasta que es secuestrada por las fuerzas nazis. Dos años más tarde, con la promulgación de las Leyes de Núremberg, abandonó Alemania y se dirigió a Singapur donde empezó su carrera como fotógrafo en la sección Sociedad del periódico Strait Times. Pero al poco tiempo fue despedido.

En 1940, fue deportado a Australia, donde pasó cinco años como soldado del ejército hasta el final de la Segunda Guerra Mundial, oportunidad en la que cambia su apellido Neustädter por Newton. Al poco tiempo, retomó su pasión y fotografió a la actriz June Brunell, más conocida como Alice Springs, quien posa como modelo suya y se casan al año siguiente.

Brunell influyó notablemente en su obra y la chispa se disparó ciertamente en las revistas de moda más importantes del mundo, donde Newton trabajó intensamente en la edición alemana, francesa, inglesa, australiana, americana e italiana de Vogue. También Elle, Marie Claire, Queen, Nova y Playboy.

Helmut Newton fotografió modelos usando sólo tacones y pendientes, contribuyó significativamente en el paradigma que Yves Saint Laurent quiso proyectar por su forma de representar a la mujer vigorosa y atrevida, y retrató a Salvador Dalí, Pierre Cardin, Andy Warhol, Elizabeth Taylor y Kate Moss, entre otros.

Fallece en Hollywood, a los 83 años, cuando se estrella con su cadillac contra el hotel Chateau Marmont. La muestra, parte de los innumerables premios, reconocimientos y exhibiciones de su obra, está abierta hasta el 3 de marzo en el Centro Cultural Onassis y reúne un total de 196 retratos y desnudos que abarcan los aspectos más representativos de toda su carrera.