El rol del diseñador, como generador de nuevas percepciones que responden a la satisfacción de una carencia delimitada por el consumidor.
Fuente: Alternativa moda
El escenario de negocios de hoy, está caracterizado por un mercado altamente competitivo y cambiante, con productos cada vez más comoditizados, donde se hace necesaria la diferenciación, diferenciación que permita por un lado avanzar en la conquista del mercado, como también, detener o bloquear los avances de los competidores.
Resulta entonces interesante destacar el rol del diseñador, como generador de nuevas percepciones que responden a la satisfacción de una carencia delimitada por el consumidor, donde se encuentran valoraciones, intencionalidades, estrategias y otras formas de expresión, del ser, del tener, del hacer y del poder.
Son los productos portadores del valor y como tales necesitan traducción.
Explorar lo inexplorado, hacer de lo mismo algo diferente es parte de la tarea que como diseñadores debemos llevar a cabo mixturando elementos morfológicos y sensoriales, logrando que los objetos muestren aquello que las personas consideran de si mismas.
El objeto se convierte en el depositario de aspectos de nosotros mismos que por un mecanismo inconsciente hemos colocado en el, antes de realizar la compra y que recuperamos solo con su posesión, la identificación del yo y lo que hago mío resulta inevitable.
Se trata de la relación del diseñador con el material/objeto en función del usuario.
La piel es un material versátil de gran belleza que permite muy diversos usos que van desde objetos pequeños, prendas, hasta grandes acolchados u objetos de decoración.
Experimentar con pieles significa juego, mixtura sensorial, táctil y visual; nada es suficiente y nada imposible, es el elegido por más de 150 grandes diseñadores como parte de cada colección.
La pregunta que le sigue es: como es que un mismo material puede leerse de maneras tan distintas?
Los tipos de relación que se establecen entre características propias del objeto y los consumidores pueden tener que ver la funcionalidad, con la morfología, con la tecnología, la comunicación, o la semántica de la que se desprenden las experiencias tales como la sinceridad, la excitación, la competencia, la sofisticación o la rudeza, características que pueden cambiar según productos dentro de una misma organización.
En el caso del consumidor las motivaciones y las expectativas son las responsables de la dirección discriminadora de la atención que selecciona algunas características del estimulo.
Estas dimensiones de relación con el consumidor se definen como:
-interdependencia: la marca juega un papel importante en mi vida
-compromiso: me siento leal a esta marca
-amor y pasión
-nostalgia: la marca me recuerda una parte de mi vida
-concepto: la marca me recuerda quien soy
- intimidad: se mucho sobre la marca
-compañerismo: la marca me aprecia.
Si examinamos las diferentes tipos de relación que las personas tienen con una marca dada, podemos no solo entenderla, sino traducirla en componentes morfológicos y comunicacionales que permiten diseñar para ese segmento de mercado que antes estudiamos.
Escribe: Mayté Ossorio Domecq -Diseñadora Industrial (UBA)
Ganadora del concurso FACIF - Para Tí , nov 2005.
Actual colaboradora en curso Facif-CMD.