Imagen y Credibilidad

Publicado el 27.03.2014 por Lic. Alejandra Soraires

La forma en la que nos vestimos puede destruir nuestra credibilidad

Fuente:

Lo que llevamos puesto tiene incidencia en la forma en la que los demás reciben nuestros mensajes. Todo se reduce a la naturaleza humana: nos gustan las cosas brillantes y nos distraemos con facilidad. 

En la góndola del supermercado, si vemos una lata intacta y otra abollada, siempre elegiremos la intacta.  Si alguien nos pide que miremos por la ventana, miraremos el paisaje o la escena que está más allá siempre y cuando la ventana no esté sucia, caso en el cual lo primero que notaremos es la suciedad. Lo mismo ocurre cuando otras personas nos miran. 

Si nuestra ropa es estéticamente agradable y apropiada para la situación, rápidamente darán por sentado que “somos parte de la mayoría" y prestarán atención a lo que tenemos para decir; de lo contrario, no lo harán. Solemos quedar obnubilados por el defecto -la lata abollada, la ventana sucia, las uñas desarregladas o las zapatillas con traje y corbata- y continuaremos siendo distraídos mientras dure la interacción. 

Pareciera que la gente estuviera esperando a ver “qué es lo que está mal en el gran cuadro general”. Dependiendo de la situación, el elemento ofensor podría dañar nuestra credibilidad. Algunos de los elementos o factores destructores de la credibilidad más comunes son:

  • Aspecto desaliñado: no olvidar la importancia del cuidado y el arreglo personal. Tratemos de estar impecables desde la cabeza hasta la punta de los pies (uñas, cabello, aliento, etc.). Esta recomendación también vale para la ropa.

  • Talles chicos:  ¿quién no ha subido algunos kilos indeseados?... A todos nos puede pasar, pero ignorar el cambio y empeñarnos en seguir con el mismo talle es algo que queda bajo nuestra entera responsabilidad. Evitemos dejar tuerto de un “botonazo” a nuestro interlocutor!
  • Ropa arrugada: pocas personas disfrutan de la doméstica actividad del planchado, pero si por algún motivo desistimos de esta tediosa actividad, será a nuestro propio riesgo. Tomáte el tiempo necesario para planchar y acomodar tus prendas.

  • Accesorios desgastados: ¿estuviste aplazando el reemplazo de tu cartera, cinturón o zapatos?. La pulcritud y la prolijidad vale para la persona tanto como para sus accesorios.

  • Sin corpiño: si bien vivimos en una ciudad plagada de "siliconas", y aunque ostentaramos una delantera digna de "Baywatch", a cierta edad hay que mostrar un poco de decoro. 

Todos tenemos mañanas alocadas, horarios complicados o falta de tiempo que hacen que nos hace difícil estar pendientes de nuestra apariencia el 100% de las veces, pero aferrarnos a viejas tendencias de moda, usar ropa muy chica o ignorar el simple mantenimiento de las mismas da a entender a los demás que no tenemos gusto o interés en vernos bien, y tal vez por haraganería.

Así que, antes de traspasar el umbral de tu casa, tomá algunos minutos para asegurarte de mostrar tu mejor costado a la sociedad. Cuidá y actualiza tu vestimenta, tu corte de pelo y tu maquillaje. Planchá esas prendas arrugadas, lustrá tus zapatos o reemplazá los muy gastados. Antes de darte cuenta, las personas comenzarán a tratarte con más respeto. Hacé la prueba y lo confirmarás. 

 

 

  • Tags:
  • Imagen Personal, credibilidad

Acerca de: Alejandra Soraires

Licenciada en Relaciones Humanas y Públicas, Asesora de Imagen Personal y Corporativa, especializada en Colorimetría, Imagen Masculina, Imagen para Eventos. Productora de Modas. Dicta clases en importantes centros de estudios de moda de Buenos Aires. Es Personal Shopper Profesional y realiza capacitación en el área de imagen y cuidado personal de varias empresas.

Comentarios

Diseñador seleccionado

Holly McQuillan

Holly McQuillan

Prendas sin desperdicios

Emprendimiento seleccionada

Elementos Argentinos

Elementos Argentinos

Alfombras tejidas a mano en telar con lana natural.

Website seleccionado

Biofabricante

Biofabricante

Sectores como la moda, el deporte, el bienestar, la movilidad, los interiores, la construcción, están adoptando materiales e ingredientes derivados de microbios. Suzanne Lee