sonROJO es un tandem formado por Rodrigo Acosta, diseñador argentino, y Jose Bravo, fotógrafo valenciano, que suman inquietudes artísticas y se proponen plasmarlas en creaciones conjuntas.
Fuente: Desayuno para 2
CREAMOS ARTE PARA EL DESAYUNO
¿Existe mayor placer que un desayuno completo? Con su capuccino, sus tostadas, su zumo de naranja, su croissant relleno de chocolate... Con su persona enfrente que se ha despertado a preparartelo todo y ahora te lleva a la mesa...
Con su lluvia o sus primeros rayos de sol al otro lado de la ventana...
Existe algo mejor. Existen juegos de manteles únicos para acompañarlos.
Los juegos de manteles "Desayuno para 2", en los que combinamos fotografias y diseños generados por nosotros mismos.
Cada juego se compone de uno o varios pack de 2 manteles individuales de tamaño, realizados a partir de fotografías de autoria propia de sonROJO. Cada pareja de manteles sigue una temática común y se acompaña de sus 2 correspondientes posavasos. Todo ello en un packaging compartimentado, de original diseño.
Cerrar los ojos para soñar. Soñar para volver a despertar y quizá querer segir soñando. O no.
La Boca es un barrio de Buenos Aires, adonde llegaron los primeros fundadores de la ciudad. En la Boca se localizó el principal puerto de Buenos Aires, lo que desde siempre le dio una fisonomía y características muy particulares, que todavía en cierto modo persisten hoy en día.
Por la boca entraron los inmigrantes, sobretodo italianos y españoles, que construian sus casas con chapas de metal acanaladas montadas muchas veces sobre pilotes o cimientos altos debido a las frecuentes inundaciones, pintadas con colores brillantes. Los imigrantes se agrupaban en Conventillos y pintaban sus casas con los sobrantes de pintura que traían los marineros, como la pintura no alcanzaba para pintar una casa de un mismo color, se utilizaron diversos colores para pintarlas. Casas que aún hoy son motivo de asombrosas miradas.
Pasear por la Boca (no solo por donde recomiendan las guías) es adentrarse en el buenos aires más auténtico, además de convertirse en un placer para los sentidos.