Wang utilizo generadores a pequeña escala. Los cristales en los  nano-cables son  miles de pequeñas cerdas que se frotan una contra otra o  se doblan y crean electricidad. En el prototipo  la fibra con una longitud de 2 centímetros produjo 16 picowatts, o 16 trillionths de un vatio. Se trata de una minúscula cantidad de electricidad, pero la producción crece a medida que se añaden más fibras. Los investigadores predicen que la ropa con estas fibras podría generar hasta 80 milivatios de electricidad por 11 pies cuadrados de tejido ( 3,35 metros cuadrados), que es casi suficiente para poder un teléfono celular u otro dispositivo electrónico móvil.

Antes de ver la nueva  generación de prendas de vestir productoras de electricidad  lo cual  podría ocurrir en unos cinco años, Wang y sus colegas deben superar varios desafíos. El mayor problema es que estas nano-fibras no pueden mojarse. Un sistema de capas con cierres para cuando se  lavaba  la prenda puede ser la solución, pero Wang también está estudiando la posibilidad de nano-fib ras impermeable. Su siguiente objetivo es hacer  las fibras más eficientes. Con este fin, se está experimentando con diferentes tipos de polímeros en  la búsqueda de mejores métodos de combinar materiales y recepción  de  carga eléctrica. Pero incluso si las nano-fibras no resultan  eficientes, podría ser capaz de power gadgets totalmente abastecidos  por el movimiento corporal. Dispositivos electrónicos más pequeños, que requieren menos energía, lo  que nos acerca mucho más a una época en que nuestros movimientos ya no son en vano.

Pronto, es posible que ni siquiera tengan que moverse conscientemente para crear poder. Wang está trabajando en una película de polímero que rodea las fibras  que permitan implanten en nuestros cuerpos. Allí se cosecha a partir de la energía cinética constante dilatación y contracción de los vasos sanguíneos, proporcionando una fuente de electricidad para los marcapasos, bombas de insulina y otros dispositivos médicos un avance verdaderamente poderosos.