contienen microcápsulas para repeler a los insectos. Fueron desarrolladas por el INTI y probadas con éxito con los Aedes aegyptis del dengue. Se pueden confeccionar camisas y pantalones.
Fuente: Critica digital
Justo cuando los argentinos se preparan para sufrir la reaparición del dengue, el Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI) presentó una innovación tecnológica sumamente oportuna para los tiempos que corren: su equipo de profesionales diseñó una tela que permitirá fabricar indumentaria textil con repelencia a mosquitos.
Por el invento –de utilidad para la prevención de la enfermedad infecciosa que desveló a las autoridades sanitarias de la Argentina–, el organismo estatal acaba de recibir un premio otorgado por el concurso Innovar 2009, en la categoría Investigación Aplicada. El trabajo premiado presentó el proyecto para el desarrollo de textiles funcionales, que ahuyentan al molesto coleóptero mediante el uso de aceites esenciales microencapsulados.
“Los ensayos realizados con mosquitos Aedes aegyptis –vector transmisor del mal que contrajeron unas 30 mil personas durante el primer cuatrimestre de este año– sobre muestras de textiles tratados mostraron una duración media del efecto repelente entre 21 y 45 días, lo cual representa un buen punto de partida para el desarrollo de distintos tipos de textiles con un efecto duradero”, detallaron las fuentes del INTI.
La microencapsulación consiste en el recubrimiento de una determinada sustancia o mezcla de sustancias, con materiales de distinta naturaleza para obtener “micropartículas”, “microesferas” o “microcápsulas”, según su morfología o estructura.
“Se trata de una tecnología empleada habitualmente para proteger agentes funcionales –por ejemplo, los aceites esenciales– de factores ambientales como la humedad, la luz o el oxígeno, aumentando su estabilidad química y controlando su liberación”, explicó Laura Hermida, del Departamento de Química del instituto.
La industria textil utiliza los principios básicos de la planeación, la liberación lenta y la protección de las partículas de sustancias químicas sensitivas, que luego son usadas para dar un efecto pronunciado al tejido. Las propiedades impartidas por la encapsulación no se pueden encontrar en tejidos normales.
La técnica de microencapsulación fue utilizada por primera vez en 1940 por B. K. Green, para la producción de papel sin carbono (NCR). Más tarde, en 1942, Green ingeniosamente combinó dos técnicas contemporáneas para la preparación de esferas de gelatina sólida y la inclusión de una fase de aceite dentro de un coacervato de gelatina, y preparó así las primeras cápsulas de gelatina.
MEJOR QUE EL ESPIRAL. Los resultados obtenidos por diferentes experiencias registradas en otros países indican claramente una repelencia del 100%, lo que es equivalente al máximo previsto de protección, para telas sólo de algodón; del 70% en el caso del tejido de poliéster combinado o del 60% en el tejido que es sólo de poliéster.
“La ropa y los géneros no brindan solamente abrigo, confort o la posibilidad de volvernos más o menos atractivos o elegantes, el verdadero desafío es transformarlos también en elementos útiles, funcionales y para eso se utilizan las fibras y los textiles inteligentes”, agregó una especialista del área Textiles del INTI.
Los repelentes, que no tienen olor, están insertos en las fibras de la tela con la que se pueden confeccionar camisas, pantalones y otras prendas livianas buenas para el calor y la humedad y no se pierde su efecto cuando se las pone en el lavarropa.
INNOVAR 2009. El trabajo, presentado por los Centros INTI-Textiles e INTI-Química, recibió uno de los premios otorgados por la quinta edición del concurso Innovar –impulsado por el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva–, en la categoría “Investigación aplicada”, así como una distinción otorgada por la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI). Este año, un total de 2.630 proyectos provenientes de todo el país participaron de la muestra, lo que marcó un nuevo récord desde la creación del concurso. De ellos fueron preseleccionados unos 400, que se presentaron entre el 14 y el 16 de octubre en el Centro Cultural Borges y forman parte del catálogo Innovar 2009.
Efectos para tejidos mágicos
La microencapsulación tiene varios efectos:
Tejidos antimicrobianos: son usados para la prevención de ataques microbianos al tejido. El biocido es el ingrediente activo en este caso.
Tejidos repelentes a los insectos: el repelente de insectos es el material de núcleo y es encapsulado y más tarde es aplicado al tejido.
Tejidos frescos: esto imparte un tacto más fresco y placentero al tejido.
Cosmetético-textiles: el aloe vera u otros productos son encapsulados para proporcionar humedad a la piel o para dar una sensación personal de bienestar.
Textiles fotocrómicos: los colorantes fotocrómicos, que cambian color en respuesta a la luz ultravioleta, son incorporados dentro de microcápsulas.
Textiles termocrómicos: los colorantes encapsulados cambian de color en respuesta a la temperatura.
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