LA CORBATA

Publicado el 21.11.2009 por Silvia Barretto

El carnet de identidad de los hombres.

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El hombre lleva pocos elementos que le delaten. Apenas un anillo, el de compromiso, y tiende a desaparecer, un reloj, correcto, no pretencioso y una corbata adecuada a cada circunstancia. Basta ver la corbata para conocer "demasiado" del hombre que la porta.

En el libro, el origen de las palabras estrafalarias de Calles Vales (Editorial LIBSA, 2002), se define la corbata como el adorno de tela que usan algunos hombres; se anuda al cuello de distintos modos y cae como un babero o servilleta de finos colores.

Hay que viajar al extremo oriental de Europa para encontrar los remotos orígenes de esta palabra. Antiguamente, los soldados balcánicos llevaban una especie de pañuelo anudado al cuello que los distinguía. En la lengua servocroata, los croatas se llaman hrvat y Croacia se dice Hrvatska. En tiempos de Luis XIV (el rey Sol), a mediados del siglo XVII, muchos croatas estuvieron al servicio de la monarquía francesa y sus compañeros galos los llamaban les cravates, imitando el sonido de hrvat (quasi kravat). Además, denominaron al adorno que los caracterizaba con el mismo nombre, cravate. Se supone que los españoles tomaron la voz corbata del francés, pero hay indicios suficientes para pensar que vino al castellano este vocablo a partir de crovatta o corvatta, voces italianas con que se designaba a los croatas y a las telas que llevaban al cuello aquellos belicosos jinetes. En alemán, krawat, y en portugués, gravata.

Pronto la idea se extendió y cruzó el canal haciéndose un hueco en Inglaterra. Al principio no era muy corriente ver a la gente con un trozo de tela al cuello, pero la idea iba cuajando poco a poco. 

En Inglaterra se vestían todo tipo de tejidos y estampados. Y no existían patrones determinados para tal prenda, que se podían ver, incluso, con borlas y cordones y de múltiples tamaños. Las primeras corbatas eran todas de importación.

A principios del siglo XX Europa comienza a fabricarlas. Aunque muchos historiados predecían la desaparición de la corbata (entendía que se trataba de una moda sin sentido por ser un "trozo" de tela anudado al cuello), sin embargo, la corbata llega hasta nuestros días y está plenamente consolidada en todo el mundo y en todos los estamentos sociales.

HISTORIA DE LA CORBATA.

 

Aunque se cita como lejano antecedente de la corbata el pañuelo que anudaban al cuello los caballeros a mediados del siglo XVII, y, doscientos años después, las cintas con que, sobre todo en Inglaterra y con ocasión de competiciones deportivas, se identificaban los miembros de la universidades rivales o clubes, lo cierto es que la corbata, en su configuración y estructura actual, es fruto del siglo XX. A la búsqueda de un hito en la evolución de este complemento masculino, difícilmente se puede señalar uno más trascendente y decisivo que el sistema de corte de tela ideado, en 1924, por el neoyorquino Jerse Langsford.

Este artesano, para evitar las arrugas que afeaban la corbata, resolvió cortar la tela en ángulo de 45º con el dibujo y estampado de la misma, dividiéndola, además, en tres piezas, que luego se unen mediante cosido a mano. Transcurrido casi el siglo de dicha innovación, éste es el procedimiento indiscutido en la confección de corbatas de máxima calidad. Las medidas habituales de una corbata actual varían entre los 130 a 150 cms, aproximadamente.

Otro aspecto del mayor interés es la evolución de algunas de las casas que crean las corbatas más prestigiosas, con orígenes bien diversos. Los más próximos son los de camiserías (Turnbull & Asser (ver corbatas Turnbull & Asser) o Harvie & Hudson (ver Harvie & Hudson), como prototipos) que decidieron ampliar su oferta con este artículo, otro tanto se predica de firmas de alta confección masculina (por ejemplo, Arman o Zegna en Italia; Dior, Givenchy o Saint Laurent en Francia o la estadounidense Brooks Brothers), algunas, incluso, se dedicaron muy tempranamente, casi desde sus orígenes a la corbatería como la italiana Marinella (ver corbatas Marinella), la francesa Charvet o la inglesa Tobias Tailors 

 

 

LA SICOLOGÍA DE LA CORBATA.

Según el sociólogo Acer Diecs, la corbata puede reflejar de forma bastante precisa la personalidad de un hombre. En función de los colores utilizados, estampados, e incluso el nudo, nos puede dar una "pista" sobre aspectos básicos de su personalidad.

La persona puede reflejar en este complemento su estado de ánimo, su carácter, puede revelar mucho más de lo que nos podemos imaginar. 

Pero lo más relevante es que revela su gusto o su saber estar. Definitivamente es un símbolo distintivo de elegancia y de caballerosidad.

En algunas ocasiones, pueden relevar un estatus económico. Esta circunstancia puede resultar peligrosa, porque en algunos ambientes puede considerarse como ostentatorio.

 

SABER VESTIR.

1. La corbata debe llegar la cintura del pantalón. Los clásicos nunca la llevarán por encima del pantalón, pero esta es una cuestión sobre la que hay modas. En todo caso, si demasiado corta si excesivamente larga. 

2. Para los clásicos, la parte más estrecha de la corbata, no debe verse por detrás de la parte ancha, pero conseguirlo sin alfileres es difícil y ya nadie utiliza alfileres.

3. Los nudos de la corbata deben estar siempre apretados y ajustados al cuello que no sea vea el botón superior de la camisa. Esto si que es una regla de oro. Una corbata no ajustada crea muy mal efecto.

4. Decíamos en un principio que la corbata delata el gusto del portador. Así que una corbata de cuadros sobre una camisa de cuadros, o una mezcla de cuadros y rayas, pueden  destrozar una cena romántica. Si la mujer tiene gusto, dará la cena por terminada porque temerá que alguien la reconozca junto a un hombre de tan pésimo gusto. Si llega a mezclar azules y marrones, probablemente no llegará a sentarse. Los clásicos nunca llevan camisas estampadas, para destacar las corbatas, y así nunca se equivocan.

5. Si hay que ir de etiqueta nunca debe utilizarse una camisa con botones en el cuello. Y siempre gemelos.

6. No utilice nudos grandes con cuellos de camisa pequeños y viceversa. 


CUIDADO DE UNA BUENA CORBATA.

  • Las corbatas nunca se deben lavar, ni meter en la lavadora, pero a veces la tintorería desgasta los colores..
  • Nunca debe guardarse la corbata con el nudo.
  • Debe colgarlas en un corbatero para que permanezcan estiradas y sin arrugas.

 

NUDOS DE CORBATA

Nudo Windsor

 

Nudo simple

Nudo de pajarita




 

 

 

  • Tags:
  • corbata, nudos, hombres, historia

Acerca de: Silvia Barretto

Diseñadora de calzado -Profesora Titular asociada -Investigadora del Instituto Superior de urbanismo - Evaluadora de Ministerio de educación. -Autora del libro Diseño de calzado Urbano

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