Repensar el paragua como proteccion a la lluvia implica, dejar de pensar en su anatomia clasica.
Fuente: Nubrella
LOS primeros paraguas comenzaron a usarse hace más de 40 siglos. En inglés su nombre es “Umbrella” y según el diccionario Oxford deriva del original italiano “Ombrella” y del latín “Umbra”, que quiere decir “Sombra”. El nombre en inglés recuerda que los paraguas fueron al principio usados para protegerse del sol.
El diseño del paraguas se mantuvo casi sin cambios durante siglos. Una bóveda de tela impermeable sostenida por un armazón de varillas que sirven para plegarlo, ha sido suficiente para consagrar su elegante eficacia. Pero no son pocas las circunstancias donde se descubren las limitaciones de esta forma. Simplemente cuando la lluvia es acompañada por viento o el caudal es muy grande, el paraguas no sirve para mucho.
Con una gran repercusión en la prensa “Nubrella” apareció recientemente con el objetivo de destronar al milenario paraguas. Sus ventajas parecen ser muchas. Se trata de una semiburbuja que se apoya en los hombros y logra cubrir por completo a una persona. En el sitio es presentado como el paraguas del Siglo XXI. El aparato promete que jamás se dará vuelta ante ninguna condición del viento.