Distintos diseñadores recrearon la moda que recorrió las calles de Buenos Aires desde 1910 hasta la actualidad.

El viernes 19 de marzo se realizó Pasado de Moda 1810-2010, un encuentro cultural gratuito, que a partir del diseño, la música, y la danza representó la evolución del traje y la indumentaria nacional de los últimos doscientos años.
El Programa Puertas del Bicentenario del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires organizó el evento con el objetivo de retomar la moda como testimonio histórico y factor clave de la formación de nuestra identidad. En la moda confluyen la visión del “nosotros”, la expresión de la industria y producción nacional. Los usos y gustos de la indumentaria constituyen uno de los máximos referentes de una época, con perceptibles vestigios  y reflejos del funcionamiento de la sociedad y de las diferentes formas de vida.
Texturas, diseños, colores, telas, escotes, accesorios, marcan el pulso temporal e histórico de la moda de un país. Qué y cómo elegimos lucir la indumentaria a lo largo del tiempo son cuestiones propias e ineludibles, que reflejan de modo singular como los porteños nos hemos mirado y reconocido en la historia.  
En el encuentro organizado en el Rosedal estuvo el ministro de Cultura porteño, Hernán Lombardi, la diputada nacional Gabriela Michetti, entre otros funcionarios  e invitados.
Allí una multitud de espectadores disfrutó  de un novedoso recorrido  por los estilos que marcaron diversas épocas, desde el siglo XIX hasta el 2010, reinterpretados por 12 diseñadores contemporáneos.
El evento, que tuvo la conducción de Teté Coustarot y la curaduría de Jorge Moragues, comenzó con un espectáculo de danza a cargo del coreógrafo Mauricio Wainrot y la participación del Ballet Contemporáneo del Teatro General San Martín, quienes a través de la pieza "Las ocho estaciones" recrearon el primer siglo posterior a la Revolución de Mayo de 1810.  A continuación, los diseños etéreos de Laura Valenzuela rememoraron la Belle Epoque; mientras que la década del 20 y los años locos estuvieron representados en los vestidos de Cecilia Gadea.

Las creaciones de Mónica Socolovsky recordaron los carnavales de Avenida de Mayo, acompañados por la orquesta en vivo Hypnofon, dirigida por Alejandro Terán, que también musicalizó todo el encuentro. Marcelo Senra recuperó el estilo que marcó el final de la década del 20 y principios del 30 ; en tanto que Vicky Otero con unos ajustados trajes negros rememoró la crisis mundial del 30 y su influencia en la sociedad de la época.
Los diseños a cargo de Pablo Ramírez recuperaron el estilo de Eva Perón; también inspirados en los clásicos vestidos de la década del 50 de cintura chica y amplias faldas.

Luego, la contracultura pop, la influencia libertaria de los 60 y los happenings culturales del Di Tella fueron reinterpretados por los diseñadores de Kostume, con trajes simétricos y vanguardistas. Nadine Zlotogora recuperó el flower power para sus estampas inconfundiblemente hippies.
Los años de la última dictadura militar fueron simbolizados a través de la danza, nuevamente a cargo de  Mauricio Wainrot y los 29 bailarines del Ballet Contemporáneo del Teatro General San Martín.
El inicio de la década del 80, con la vuelta a la democracia como hito político, fue repasada por los diseños de Vero Ivaldi, acompañada con una versión de “Raros peinados nuevos” de Charly Garcia a cargo de la orquesta de Terán.

Los trajes andróginos y oscuros de Mariana Dappiano reinterpretaron los tiempos del Parakultural, mientras que la explosión consumista de los 90 se lució en los diseños hipercoloridos de Araceli Pourcel, con la orquesta Hypnofón interpretando “Fuiste” de la cantante Gilda.
La crisis de 2001 se vistió con los Hermanos Estebecorena, y una serie de trajes masculinos, cada vez más cortos, hasta llegar a ser un short acompañado de un traje con manga híper corta, y sólo media corbata.
Para el final los 32 músicos dirigidos por Terán interpretaron el Himno Nacional, mientras cada diseñador presentaba en la pasarela  trajes insipirados en su visión del futuro.
Luego de la última pasada, con todos los diseñadores y sus creaciones en la pasarela, un ensamble entre la orquesta y Dj Zucker, acompañado por miembros de la banda de percusión de La bomba del tiempo cerraron la noche.

A su vez, Pasado de Moda 1810-2010 tiene un fin solidario. Los diseñadores que participan de la iniciativa crearon remeras con motivos exclusivos. Con el dinero recaudado por su comercialización, se comprarán alimentos que serán donados a la Red Solidaria de Juan Carr.
Las remeras ya pueden adquirirse en el Paseo Alcorta, a un valor de 130 pesos.  Lo recaudado también permitirá comprar alimentos a repartir entre las 52 organizaciones comunitarias de Capital Federal vinculadas con la Fundación Banco de Alimentos, además de aquellas instituciones vinculadas a la Red Solidaria.
Gracias a esta iniciativa, la venta de cada remera permitirá alimentar a un chico por mes. 

Remeras solidarias
A su vez, Pasado de Moda 1810-2010 tiene un fin solidario. Los diseñadores que participan de la iniciativa crearon remeras con motivos exclusivos. Con el dinero recaudado por su comercialización, se comprarán alimentos que serán donados a la Red Solidaria de Juan Carr.
Las remeras ya pueden adquirirse en el Paseo Alcorta, a un valor de 130 pesos.  Lo recaudado también permitirá comprar alimentos a repartir entre las 52 organizaciones comunitarias de Capital Federal vinculadas con la Fundación Banco de Alimentos, además de aquellas instituciones vinculadas a la Red Solidaria.
Gracias a esta iniciativa, la venta de cada remera permitirá alimentar a un chico por mes.