Una propuesta romantica para uno de los supuestos simbolos de sujecion domestica de la mujer.
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En su origen, el delantal de cocina estaba incorporado al vestir, y las mujeres procuraban tener gran cantidad de modelos y colores, para lucirlos como una pieza más de su guardarropa. Más tarde, toda esta coquetería se vio desplazada por la utilidad y los delantales se fueron empujando del ropero hasta algún cajón olvidado de la cocina.
Pero cubrir las prendas de eventuales manchas nunca fue su única función. Los delantales de cocina pueden acompañar la vida de un hogar: se prestan para enjugar el llanto de los niños, juntar las frutas del árbol del fondo, trasladar las verduras húmedas, limpiar el sudor de una frente laboriosa o secar las lágrimas provocadas por la cebolla.
Además de ser testigos de las tortas y postres más deliciosos, esos que se hacen con el amor de las pequeñas y grandes familias, contemplan en silencio los secretos culinarios que cada uno tiene y descansan en el sillón a la par del que termina de lavar los platos.
Baking Cakes delantales y accesorios de cocina, nace del ensueño de Nina y Mirta, donde las madres hornean pasteles con sus amplias polleras y sus aros de perlas; y el hogar es ese espacio cálido donde siempre queremos volver.