Primavera- Verano 2011

"todos iniciamos nuestra andadura como un saco de huesos perdido en algún lugar del desierto, un esqueleto desmontado, oculto bajo la arena. Nuestra misión es recuperar las distintas piezas. Un proceso muy minucioso que conviene llevar a cabo cuando las sombras son apropiadas, pues hay que buscar mucho. La loba nos enseña lo que tenemos que buscar, la fuerza indestructible de la vida, los huesos"

                                              Clarissa Pinkola Estés, La loba en Mujeres que corren con  los  lobos.                

La colección de Reynal propone la imagen de una mujer contenedora de la humanidad, reflejando el rol que aquella ocupa y ocupó en las culturas originarias de Centroamérica y en sociedades matriarcales. El universo de su colección nos transporta a una visión innovadora, dónde la mujer no representa solamente un ente frágil e inmaculado sino un ser ecléctico, fortalecido por una multiplicidad de factores sociales, históricos y tradicionales. Esto se ve plasmado en la colección por la yuxtaposición de elementos y materiales tales como gasas, algodones, lycras, puntillas. Generando una composición rica en contrastes y movimiento.  

Sus ideas y decisiones trascienden, concretándose en la realidad de su "sonoridad" y presencia, en la astucia de sus pliegues y en la audacia de sus formas. Trabaja una silueta semi estructurada  y una moldería fina que se integra en la variedad de las formas, lo cual es logrado a través del trabajo directo con las telas sobre el maniquí.

La presencia de luces y sombras, el nacimiento desde el dolor, y la afirmación del velo femenino en eras viriles dónde la homogeneización produce monotonía, su diversidad genera riqueza: Es tal el caso de las culturas que representaron, a lo largo del tiempo, sus necesidades y deseos convirtiéndolos en vehículos de saber, pertenencia y o utilidad. La disconformidad ante las grandes convenciones puristas europeas o el rechazo a la producción en masa sin especificidades se manifiestan en los colores, motivos y texturas que Reynal crea. La recuperación del trabajo artesanal se aprecia en flores bordadas, en minuciosas estampas, apliques de pájaros y calados, dándole importancia y cuidado al proceso de producción.
El manejo del color genera una particular armonía dada por el contraste de colores estridentes y combinación de estampados.       

Las vetustas ideologías se acumulan, Reynal sin embargo pretende rescatar o recuperar lo desechado pues en ello reside la riqueza de lo sensible, de lo único o de lo que resignifica lo sagrado.  Asimila la confrontación y en su búsqueda encuentra la polaridad y la convivencia de la luz y de la oscuridad que se refleja en las tradiciones mexicanas, como en las representaciones de la Virgen de Guadalupe o de San la Muerte.

Asimismo propone una concientización social del diseño de indumentaria, incluyendo la recuperación y el reciclado de materiales, elementos plasmados en las prendas, elaborando tejidos de punto con recortes de gasas, entre otros.    

Cuando los primeros viajeros llegaron "al nuevo continente" exacerbaron con el tiempo, el dolor, la lucha, el desarraigo, la repetición de la otredad. A pesar de ello las manifestaciones culturales, artísticas y vestimentarias no han cesado de mezclarse y de retroalimentarse, siendo la estética, magnífica en su calidad de regeneración, un espejo humano.

Otros trabajos

Sastrería - la pobreza derivada de la inmigración