(Buenos Aires) Araceli Otamendi

Considerado como el constructor de la Semiología, la ciencia de los signos que implica la comprensión de los vínculos existentes entre el mundo de los significados y el real o tangible y partiendo de la distinción entre lengua y habla establecida por Ferdinand de Saussure en su Curso de Lingüística general, Roland Barthes lleva este esquema más allá del campo del lenguaje propiamente dicho, hasta el de los fenómenos sociales analizándolos como sistemas de signos susceptibles de ser leídos como discursos.

Susan Sontag dice en "Recordando a Barthes" : "Sentía uno que Barthes podía generar ideas acerca de cualquier cosa. De ponerlo ante una caja de cigarros se le ocurrían una, dos, muchas ideas: un pequeño ensayo. No era cuestión de conocimiento (no habría podido conocer mucho acerca de los temas que escribió), sino de estar alerta, una transcripción minuciosa de lo que podía pensarse acerca de algo, una vez que nadara en la corriente de su atención. Siempre habría alguna fina red de clasificación en que pudiera apresarse el fenómeno". .. "Lanzándose a la escena innata intelectual francesa, tomó las armas contra el enemigo tradicional: lo que Flaubert llamaba "ideas recibidas" y que llegaron a ser conocidas como mentalidad "burguesa"; lo que los marxistas vilipendiaron con la idea de falsa conciencia, y los sartreanos con la de mala fe; lo que Barthes, que tenía un título en materias clásicas, llamaría doxa) opinión corriente.

Ahora la editorial Paidós ha lanzado "El sistema de la moda y otros escritos" de Roland Barthes. El objeto de la investigación que da origen al libro es el análisis estructural del vestido femenino tal y como se describe en las revistas de Moda; la inspiración de su método se remonta a la ciencia general de los signos que Saussure postulara bajo el nombre de semiología. El trabajo se inició en 1957 y se terminó en 1963; cuando su autor lo acometió y concibió sus criterios expositivos, la lingüística no era todavía ese modelo en que luego se convertiría a ojos de ciertos investigadores. Durante el recorrido para la elaboración del libro, el proyecto semiológico se vio modificado. Si al principio la tarea expuesta era reconstituir la semántica de la Moda real (aprehendida en el vestido que se lleva, o, en rigor, que se fotografía), pronto se manifestó la necesidad de elegir entre el análisis del sistema real (o visual) y el del sistema escrito; se optó por la segunda vía. El análisis que se presenta en el libro se limita a la Moda escrita - descrita -, donde el objeto de análisis no es una simple nomenclatura sino un verdadero código, aunque ese código no sea más que "hablado".

Al exponer el método, Barthes define, por ejemplo el vestido escrito y para llegar a éste primero establece "los tres vestidos": vestido-imagen, vestido- escrito y vestido- real. El pensador francés, confronta así estas dos tipos de vestido: "Abro una revista de Moda:1 me encuentro con dos vestidos distintos. El primero es el que me presentan fotografíado o dibujoado, es un vestido imagen. El segundo es ese mismo vestido, pero esta vez descrito, transformado en lenguaje; ese vestido fotografiado de la derecha se convierte a la izquierda en: cinturón de piel por encima del talle, con una rosa prendida, sobre un fluido vestido de shetland; es un vestido escrito. En principio ambos remiten a la misma realidad (ese vestido que la mujer llevaba ese día), pero en cambio no tienen la misma estructura 2, porque no están hechos con los mismos materiales y, por lo tanto, esos materiales no mantienen las mismas relaciones entre sí: en uno los materiales son formas, líneas, superficies, colores y su relación es espacial, mientras que en el otro son palabras y la relación, si no lógica, es cuando menos sintáctica; la primera estructura es plástica, la segunda verbal...". Cuando analiza el vestido real, Barthes dice: instaura una tercera estructura, distintas de la del vestido-imagen y la del vestido-escrito aun cuando el modelo que rige la información transmitida por los dos primeros vestidos resida en esa tercera estructura.

Por otra parte, el autor señala que la elección de la estructura oral en el trabajo que encaró "no nos lleva a la sociología, sino a esa sociológica postulada por Durkheim y Mauss; la función de Moda no es únicamente proponer un modelo para la copia real, sino también, y sobre todo, difundir ampliamente la Moda como un sentido".

En el "El sistema de la moda y otros escritos" se trazan algunos de los rasgos definitorios del pensamiento de Barthes, de quien Susan Sontag dijo: "Había decidido que todo podía tratarse como sistema: un discurso, un conjunto de clasificaciones. Y como todo era un sistema, todo podía superarse".