La propuesta Prada no puede estar más alejada de su estilo habitual y ni ser más explosiva: rayas horizontales, tipo prisión, en tonos flúor verde, rosa, naranja, azulón y negro, formando grecas barrocas y estampados selváticos y de inspiración animal. Y juego constante de ancho-estrecho en las prendas. Una bocanada de vida y color.

Líneas y prendas.- Líneas amplias y audaces mezclas ancho-estrecho, en un nuevo concepto de “me pongo lo que quiero”. Hay momentos, en que el top y la falda parecen prendas elegidas al azar o desparejadas.

Faldas con amplio volante en los bajos, pero también estrechas a la rodilla, combinadas con blusones de mangas caídas muy amplias y de estampado chillón. La temprana primavera viene sugerida por trajes de chaqueta y faldas de corte clásico tipo uniforme, ligeramente entallados y cerrados con cremallera, algunos con manga larga y otros con mangas cortas amplias y formas rectilíneas. Para el verano, vestidos de tirantes rectos a la rodilla rematados con abalorios en el bajo.

Colores y materiales.- Los tonos planos y fuertes, muy pop, en rosa, naranja, violeta, esmeralda, azulón, amarillo, junto con el negro y blanco, se entremezclan de forma salvaje. También los estampados: raya sobre raya, raya sobre greca, greca sobre arabesco… Motivos inspirados en el jazz, en la fauna y la flora tropical: plátanos, hojas, piñas, monos, y otros estampados que recuerdan la piel de reptiles o el aspecto de insectos, etc. El algodón es el material elegido por excelencia.

Una colección rematada con vistosos complementos: zapatillas y sandalias de altas plataformas rayadas, bolsos-sacos y redondas gafas de sol con montura de arabescos.